El problema más persistente de la
humanidad, aparte de la muerte, es que resulta muy fácil decir lo que hay que
hacer y muy difícil hacerlo.
Se hace mucho sumando cada día un poco.
Pero cualquier gran tarea necesita arrebatos.
Lo que nos gustaría exigir a los demás
es lo que nos tenemos que exigir a nosotros mismos.
Para rendir en el trabajo hace falta concentración,
tiempo, inspiración y medios. Esto solo se consigue en momentos felices. Por eso,
el éxito de una vida consiste en multiplicarlos.
Casi nunca es verdad que lo que más nos
importa es lo más importante.
(Del
libro “Aforismos”. Juan Luis Lorda. Edit. Rialp)