Felicidad
Decía un anciano que sólo se había quejado una vez en toda su vida.
Cuando iba con los pies descalzos y no tenía dinero para comprar zapatos.
Entonces vio a un hombre feliz que no tenía pies.
Y nunca volvió a
quejarse.
Diógenes
Estaba el filósofo
Diógenes cenando lentejas cuando le vio el filósofo Aristipo, que vivía
confortablemente a base de adular al rey.
Y le dijo Aristipo: "Si aprendieras a ser sumiso al rey, no tendrías que comer esa basura de lentejas".
A lo que replicó Diógenes: "Si hubieras tú aprendido a comer lentejas, no tendrías que adular al rey".
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