Clive
Staples Lewis nació en Belfast, Reino Unido de Gran Bretaña e Irlanda, el 29 de noviembre de 1898. En un
comienzo la enseñanza de Lewis fue a través de tutores privados; más tarde
asistió a Wynyard.
Después de que Wynyard cerrara, Lewis asistió al Campbell College, al este de Belfast.
Pero después de pocos meses dejó de asistir, debido a problemas respiratorios.
Como resultado de su enfermedad, Lewis fue enviado al pueblo de Malvern, Worcestershire, que tenía un clima más saludable,
donde asistió al colegio preparatorio Cherbourg House .
En
septiembre de 1913, Lewis se matriculó en el Malvern College, donde permanecería hasta junio del año siguiente.
Fue en esta época cuando el joven Lewis de 15 años de edad abandonó la fe
cristiana de su niñez, y se convirtió en un ateo interesado por la mitología y
el ocultismo. Tras dejar Malvern se mudó a estudiar de forma privada con
William T. Kirkpatrick, el antiguo tutor de su padre y ex rector del Lurgan College.
Desde
pequeño, Lewis tuvo una fascinación con el antropomorfismo animal, enamorándose
de las historias de Beatrix
Potter y, a
menudo, escribiendo e ilustrando sus propias historias de animales. Él y su
hermano Warnie crearon el mundo de Boxen, habitado y
gobernado por animales. Lewis amaba leer, y la casa de su padre estaba llena de
libros. Solía pensar que encontrar un libro que no hubiera leído era tan fácil
como "encontrar una aguja en un pajar."
En 1917
comienza sus estudios en la Universidad de Oxford, donde desde 1925 ejerce como
profesor de lengua y literatura inglesa. Al año siguiente conoce a J. R. R. Tolkien, con quien funda en 1939, junto a Charles Williams y Owen Barfield, el Club de los Inklings para discutir sobre literatura y
filosofía.
Siendo un agnóstico declarado en su autobiografía,
afirmaría que fueron dos autores quienes lo movieron en un principio a
acercarse al cristianismo: el escocés George MacDonald, y el
inglés G. K.
Chesterton con su
libro El hombre
eterno. A su vez
afirmaría en la mencionada Autobiografía que siendo joven, mientras
vivía en Belfast, le habían aconsejado que no se acercara a los papistas, y cuando ingresó en la
Universidad, le aconsejaron que no se acercara a los filólogos. Pero en una oportunidad, Lewis
dijo que J. R. R. Tolkien "era ambas cosas".
Con Tolkien, Lewis trabó una duradera amistad
que se vio interrumpida pero nunca rota. Lewis fue un gran apoyo para Tolkien
en cuanto a la creación de su Tierra Media, ya que era Lewis quien oía sin
parar a Tolkien recitándole su novela, al igual que hacían con otras obras,
tales como la Iliada y la Odisea de Homero o la Divina Comedia de Dante; y así, Lewis alentó siempre a J.R.R. a que terminara
su obra.
Conversión al cristianismo
Aunque fue criado en una familia religiosa de la Iglesia de
Irlanda, Lewis fue ateo la mayor parte de su juventud. Su separación del cristianismo comenzó cuando empezó a ver su
religión como una tarea y un deber. Lewis citaba a Lucrecio como quien tenía el argumento más
fuerte a favor del ateísmo:
Mientras que
en su juventud Lewis intelectualmente era ateo, después diría en su
autobiografía (Sorprendido por la Alegría) que en realidad él estaba
"muy molesto con Dios por no existir".Lentamente fue redescubriendo
el cristianismo. En 1929 vino a creer en la existencia de Dios, aunque peleó
fieramente en contra de ella. Describió su lucha intelectual en su
autobiografía:
«Me tienen
que imaginar estando solo en Magdalen, noche tras noche, sintiendo, cada vez
que mi mente se alejaba por unos segundos de mi trabajo, el lento venir de Él a
quien yo honestamente había tratado de no conocer. A aquel a quien yo le había
temido finalmente me alcanzó. En 1929 me entregué, y admití que Dios era Dios,
y me arrodillé y oré. A lo mejor, aquella noche yo era el converso más
desanimado e indispuesto de toda Inglaterra»
Sorprendido por la Alegría. En 1931, después de una larga discusión con Tolkien y otro de sus amigos cercanos (Hugo Dyson), Lewis se convirtió al
cristianismo y, en contra de lo querido por Tolkien, se unió a la Iglesia de
Inglaterra. El propio
Lewis escribió al respecto:
Aunque era
anglicano, los conocimientos del catolicismo se revelan en algunos de sus
escritos. Por ejemplo, en su libro Cartas del diablo a su sobrino. Sin
embargo, se debe señalar que Lewis también escribe en el prefacio:
"Lectores, os aconsejo recordar que el diablo es un mentiroso. No todo lo
que Screwtape dice se debe asumir como verdad, incluso desde su propio
ángulo."
Se casó y
tuvo dos hijos.
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