El optimista cree en los demás y el
pesimista sólo cree en sí mismo
En todo aquello que vale la pena de
tener, incluso en el placer, hay un punto de dolor o de tedio que ha de ser
sobrevivido para que el placer pueda revivir y resistir.
El lugar donde nacen los niños y mueren
los hombres, donde la libertad y el amor florecen, no es una oficina ni un
comercio ni una fábrica. Ahí veo yo la importancia de la familia.
Todos los educadores son absolutamente
dogmáticos y autoritarios. No puede existir la educación libre, porque si
dejáis a un niño libre no le educaréis.
Siendo niños éramos agradecidos con
los que nos llenaban los calcetines por Navidad. ¿Por qué no agradecíamos a
Dios que llenara nuestros calcetines con nuestros pies?
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