Opiniones personales. Opiniones ajenas. Mafalda. Otros
domingo, 2 de diciembre de 2018
martes, 27 de noviembre de 2018
jueves, 22 de noviembre de 2018
martes, 20 de noviembre de 2018
jueves, 15 de noviembre de 2018
Después de un largo silencio...
Soy consciente que he pasado 15 días sin decir ni "mu", lo cual es normal porque no soy una vaca, bromas aparte, quiero reincorporarme con un artículo de la página web "religión en libertad que me parece muy interesante y animo a leerlo. Un saludo
“Me desconecto, luego existo” (Editorial Encuentro) es un libro ágil, directo, de 127 páginas, que busca responder a nuestras preguntas sobre cuál debería ser el uso moderado, sano, adecuado de Internet, las pantallas y las redes sociales.
Isidro Catela, doctor en Ciencias de la Información, profesor de Comunicación en la Universidad Francisco de Vitoria y padre de 3 hijos, aborda el tema a partir del concepto de “obesos digitales”: igual que hay quien abusa de la comida, y le perjudica a la salud, también hay quien abusa de las pantallas. Como en otras adicciones, en las primeras fases podemos tender a negarlo, pero si interfiere en nuestra vida es motivo para preocuparnos. Hay 4 preguntas que sirven de termómetro para medir si estamos mal:
Las 4 preguntas para saber si en casa tenemos
obesidad digital... y cómo desconectar para ganar vida
¿Usas Internet? Eso es como preguntar “¿usas electricidad?” Pero
¿usas demasiado Internet? Quizá es Internet la que te usa a ti y luego te
deja tirado, quizá arrastrándote a la cama agotado a hora intempestivas, sin
capacidad ni para tratar con su familia.
“Me desconecto, luego existo” (Editorial Encuentro) es un libro ágil, directo, de 127 páginas, que busca responder a nuestras preguntas sobre cuál debería ser el uso moderado, sano, adecuado de Internet, las pantallas y las redes sociales.
Isidro Catela, doctor en Ciencias de la Información, profesor de Comunicación en la Universidad Francisco de Vitoria y padre de 3 hijos, aborda el tema a partir del concepto de “obesos digitales”: igual que hay quien abusa de la comida, y le perjudica a la salud, también hay quien abusa de las pantallas. Como en otras adicciones, en las primeras fases podemos tender a negarlo, pero si interfiere en nuestra vida es motivo para preocuparnos. Hay 4 preguntas que sirven de termómetro para medir si estamos mal:
1) ¿Alguna vez experimentaste el impulso o urgencia de sacar el móvil mientras estabas hablando de un
tema importante con otra persona?
2) ¿Alguna vez te ha dado la sensación de que algo (una fiesta, encuentro, cita) no te había sucedido de verdad hasta que conseguías colocarlo en las redes sociales?
3) ¿El parpadeo de la luz del móvil o las notificaciones del whatsapp han llegado a acelerar tus pulsaciones?
4) ¿Te has sorprendido pasando mucho tiempo en silencio con tus seres queridos mientras cada uno estaba inmerso en su universo digital?
2) ¿Alguna vez te ha dado la sensación de que algo (una fiesta, encuentro, cita) no te había sucedido de verdad hasta que conseguías colocarlo en las redes sociales?
3) ¿El parpadeo de la luz del móvil o las notificaciones del whatsapp han llegado a acelerar tus pulsaciones?
4) ¿Te has sorprendido pasando mucho tiempo en silencio con tus seres queridos mientras cada uno estaba inmerso en su universo digital?
Quien cumpla estos 4 criterios, probablemente
ya puede considerarse un obeso digital y debería ponerse a régimen, cuidar su dieta.
"Estamos cortando relaciones humanas"
“Pensemos en nuestras conversaciones con nuestro cónyuge, en
cuántos temas serios hemos ‘wasapeado’ pero sin llegar a hablarlos en persona,
en profundidad. Tampoco llamamos ya a los amigos para felicitarlos, les
mandamos un mensaje. Estamos cortando relaciones humanas”, señala Catela.
El síntoma del corazón que se acelera ante las notificaciones es na reacción psicofísica importante, un indicio que muestra el nivel al que puede afectarnos.
“Es paradójico que una herramienta maravillosa que nos acerca a los que están lejos nos esté también alejando de los que tenemos a nuestro lado”, advierte Catela. “Si estás con tu esposa o amigos y cada uno está inmerso en su pantalla estáis perdiendo conversación personal, profunda, cara a cara”.
El síntoma del corazón que se acelera ante las notificaciones es na reacción psicofísica importante, un indicio que muestra el nivel al que puede afectarnos.
“Es paradójico que una herramienta maravillosa que nos acerca a los que están lejos nos esté también alejando de los que tenemos a nuestro lado”, advierte Catela. “Si estás con tu esposa o amigos y cada uno está inmerso en su pantalla estáis perdiendo conversación personal, profunda, cara a cara”.
Un primer paso que recomienda Catela es pararse
y reconocer el nivel de dependencia
que se tiene. Lo primero, contar las horas reales que se dedican a las
pantallas, que no son de verdad necesarias y que nos hacen perder la
posibilidad de hacer muchas otras cosas, desde pasear, a leer libros, a hablar
con seres queridos. Hay un criterio clásico: cuando abandonas o desatiendes en serio tus
obligaciones como estudiante, o
padre de familia o profesional, por esas distracciones, cuando interfieren mal en tu
vida, es adicción.
Para desintoxicarse: apagar, usar programas especiales
Después de tener el diagnóstico, es necesaria la desintoxicación.
“Más que grandes terapias, en la mayoría de casos basta con cambiar nuestras
rutinas diarias. Por ejemplo, estar un fin de semana sin pantallas. O apagarlas
a ciertas horas. O establecer un par de momentos para atender el correo
electrónico”. También hay aplicaciones y herramientas profesionales para mejorar el control, y el libro comenta
algunas y las describe.
En el libro, Isidro Catela recoge algunos casos de “ermitaños” o “exiliados” digitales: aquellos que han
decidido dejar por completo o casi por completo la conexión a Internet y redes
sociales. Otros lo hacen para recordar como se vive “desconectado” y una vez desintoxicados vuelven a las redes con hábitos mucho
más sanos y más autocontrol. Por eso, el libro se titula “Me desconecto, luego existo”.
“Tenemos
que recuperar las experiencias reales: menos jugar a
vídeojuegos de fútbol, y más jugar a fútbol de verdad, aunque sea con tus
hijos”, recomienda a modo de ejemplo.
Ya casi nadie lo niega:
hay adicción digital
Hace pocos años aún se negaba que existiesen adicciones digitales,
a las pantallas y las redes. Hoy ya casi nadie lo niega: las evidencia son
abundantes y el libro las repasa para refutar a escépticos.
“Este año, en 2018, se ha abierto por primera vez en Madrid un
centro de terapias que habla directamente de tratar la adicción digital en
adolescentes”, constata el autor. “Antes solo se hablaba de adicción a los
vídeojuegos, pero las redes sociales pueden funcionar igual a nivel adictivo”.
Los
más vulnerables son los niños y adolescentes, “aunque hoy parece que la
adolescencia y su inmadurez se alarguen hasta los 40 años a veces”. Los
universitarios han nacido ya con móvil, no conciben dejarlo. El móvil, siempre
accesible en el bolsillo, puede ser puerta de entrada para otras adicciones, a
las apuestas on line, a la pornografía, etc… Las apuestas on
line, por ejemplo, que también son adictivas para muchas personas, te tientan
en el móvil a cualquier hora pero además son potenciadas por la televisión,
la prensa generalista, los clubes deportivos, etc… precisamente cuando el
deporte es un ámbito de gran influencia en los jóvenes.
El libro habla del caso de los hikikomori, los jóvenes y adolescentes japoneses que se encierran en su cuarto y no salen ni se relacionan con el resto del mundo excepto por Internet. Sus padres (o empresas de comida a domicilio) les traen la comida. Se calcula que son unos 2 millones de personas en Japón. Se te considera hikikomori cuando cumples más de 6 meses de reclusión voluntaria. “Son como los prisioneros o esclavos de la caverna de Platón: no ven la vida, sino las sombras, las imágenes de la vida en las pantallas”.
El libro habla del caso de los hikikomori, los jóvenes y adolescentes japoneses que se encierran en su cuarto y no salen ni se relacionan con el resto del mundo excepto por Internet. Sus padres (o empresas de comida a domicilio) les traen la comida. Se calcula que son unos 2 millones de personas en Japón. Se te considera hikikomori cuando cumples más de 6 meses de reclusión voluntaria. “Son como los prisioneros o esclavos de la caverna de Platón: no ven la vida, sino las sombras, las imágenes de la vida en las pantallas”.
“En España probablemente no lleguen ni a 2.000 las personas en una
situación similar, pero existen y eso ya es muy preocupante”, advierte Catela.
Como los magnates de droga: no la dan a sus hijos
“Lo curioso es que los grandes empresarios y gurús de las empresas
tecnológicas no dejan a sus hijos tener móvil, les regalan
libros de papel, los llevan a bibliotecas todo el día, les hacen pasear, no les
compran tablet. Si la mercancía es tan buena, ¿por qué no la venden a sus
hijos? Recuerda a los grandes vendedores de droga, cuya primera norma para el
negocio es nunca consumirla”.
Catela cree que hay que poder “integrar
equilibradamente las grandes ventajas que nos aporta el mundo conectado, sin
demonizar la tecnología, pero volviendo a poner en el centro a las
personas”.
El efecto nocivo en los estudios y escuelas
“En el libro cuento cómo el más reciente estudio en Estados Unidos
sobre el tema es pedía algo tan revolucionario como volver a coger
los apuntes con bolígrafo y papel. Lo de exhibir un powerpoint o dejarlo
colgado en Internet no es tan eficaz para enseñar”.
Parte del perjuicio a los estudios tiene que ver simplemente con dormir menos: hay tantas teleseries, tantas cosas interesantes, tantas notificaciones en redes a altas horas de la noche, que se duerme poco y luego en clase se rinde poco.
Parte del perjuicio a los estudios tiene que ver simplemente con dormir menos: hay tantas teleseries, tantas cosas interesantes, tantas notificaciones en redes a altas horas de la noche, que se duerme poco y luego en clase se rinde poco.
Niños de 9 años logran conectarse a juegos online con amigos
durante largas horas nocturnas: eso no es bueno en absoluto. “Son auténticas luciérnagas, puedes ver que los compañeros
de clase de tu hijo están conectados a las cuatro o cinco de la
madrugada. Quizá lo hacen también sus papás, o quizá, simplemente, no hay
ningún control en casa, y duermen con el móvil bajo la almohada”.
Como
profesor universitario, le consta que hay gran
cantidad de alumnos que estudian Humanidades o Periodismo y no han leído un
libro entero en su vida. Han pasado su escasa vida "lectora"
trabajando sólo con resúmenes o fragmentos bajados de Internet. “Se creen
buscadores de información porque toman las tres primeras entradas que
encuentren en Google, que son las promocionadas, no necesariamente las
relevantes al tema. Después hacen corta y pega y les parece que eso ya es un
trabajo".
“Si les pido un trabajo sobre, digamos,
Cáritas, no irán a Cáritas ni hablarán con los trabajadores, o responsables ni
el encargado de prensa: se limitarán a copiar lo que encuentren en su web y
alguna más”, lamenta el profesor.
En una época en que deberíamos impulsar a los jóvenes a
tener experiencias “fuera” de la pantalla, hay colegios que insisten en
usar pantallas en clase, y en encargar deberes para casa que usan las
pantallas… los arrojan, de nuevo, a ese ámbito único que todo lo absorbe.
“O volvemos pronto al equilibrio, como sociedad, familia y
educadores, o las familias tendremos que organizarnos como sea, quizá en
pequeñas islas de comunidades creativas para establecer un uso razonable de la
tecnología en la educación y en la vida”.
Me desconecto, luego existo"
es ágil, interesante, muy actualizado y bien documentado: puede adquirirse en
librerías o aquí en
Ediciones Encuentro.
jueves, 1 de noviembre de 2018
martes, 30 de octubre de 2018
sábado, 27 de octubre de 2018
Una historia real
Una de las
causas que explican el fracaso de tantos matrimonios -no la única-, es la
distorsión del significado de la palabra “amor”. No pienso disertar, solo voy a
contar un hecho real y cada uno que saque sus consecuencias.
Hace ocho
años a una amiga mía le diagnosticaron una rara enfermedad neurológica y degenerativa, los médicos no
sabían bien cómo iba a evolucionar y mucho menos cómo podían atajarla. Desconcierto
para ella, para su marido e hijos, amistades, etc. Empezó entonces ocho largos
años de pruebas buscando que era lo mejor para ella, ¿ingresarla en alguna
residencia en donde pudiera tener un trato más especializado?, se hizo la
prueba, en la primera que estuvo sólo admitían a ella, no al marido, así que se
decidió su traslado a otra porque su marido quería estar con ella; aquello
tampoco dio resultado, como consecuencia de esa cruel enfermedad perdió la
capacidad de hablar, entendía todo, nos conocía pero no se podía expresar.
El marido
decidió que se volvían a su casa y allí mi amiga se vio que estaba mejor, al
menos más tranquila; el marido ha estado con ella mañana, tarde y noche, la ha
atendido en todas sus necesidades, si quería tomar una cerveza, se la tomaba
sentado a su lado, manifestando una entrega y dedicación encomiable, adivinaba
lo que mi amiga podía necesitar o le hacía ilusión. Ocho años con la misma
actitud hasta que mi amiga ha muerto.
En esa
relación ha habido lo que es el verdadero amor, se ha llevado a la práctica lo
que la iglesia dice a los que se casan: “en la salud y en la enfermedad…”. Y su marido dentro del dolor lógico, pidiéndole a Dios que durase porque la necesitaba tener a su lado y también decía que su cariño hacia ella había aumentado precisamente en los años que ha durado la enfermedad.
Por eso me
indigna que se pretenda desdibujar lo que une de verdad al matrimonio
confundiéndolo adrede con la "chispa de la ilusión", "atracción física" o como se
le quiera llamar.
Dejémonos de
patrañas que no dan ningún buen resultado y vamos a la realidad, a lo que nos
perfecciona como personas. Ese hombre ha sido feliz cuidando a su mujer, precisamente porque la quería de verdad.
miércoles, 24 de octubre de 2018
viernes, 19 de octubre de 2018
Relativismo
Relativismo
- Glosario de filosofía. Con el término relativismo nos
referimos, en general, a toda posición filosófica que niega la existencia de
verdades absolutas, ya sea en el del conocimiento, de la moral o de la
metafísica.
Relativismo Moral - ¿Qué es?El relativismo moral es la idea de que las opiniones morales o éticas, las cuales pueden variar de persona a persona, son igualmente válidas y ninguna opinión de "lo bueno y lo malo" es realmente mejor que otra. El relativismo moral es una forma aplicada más ampliamente, más personalmente, de otros tipos de pensamiento relativista, tales como el relativismo cultural. Todos estos están basados en la idea de que no existe ningún estándar definitivo del bien y del mal, así que cualquier juicio acerca del bien y del mal es puramente un producto de las preferencias y entorno de la persona. No existe un estándar supremo de moralidad, de acuerdo con el relativismo moral, y ninguna opinión o posición puede ser considerada "correcta o incorrecta," "mejor o peor."
El relativismo moral es una posición ampliamente sostenida en el mundo moderno, aunque es aplicada muy selectivamente. Como con otras formas de relativismo, se menciona solamente de una manera puramente defensiva. Los principios de relativismo moral sólo pueden ser utilizados para excusar o permitir ciertas acciones, nunca pueden ser utilizados para condenarlas. El relativismo moral toma diferentes formas, desde utilitarismo, evolucionismo y existencialismo, hasta emotivismo y situacionismo. Todos estos, en su mayoría, comparten un único tema unificador: que no existe la moral absoluta, y que lo que es "correcto" o "incorrecto" es enteramente un producto de la preferencia humana.
Relativismo Moral - ¿Existe un estándar fijo?
Resulta fácil ver que las bases de la civilización moderna no fueron construidas sobre una filosofía de relativismo moral. El mismo acto de aprobar una ley y de hacerlas cumplir sugiere un estándar fijo al que todo el mundo debe adherirse. Las razones para esto son obvias: si todo el mundo en una sociedad actúa verdaderamente como si el bien y el mal fueran puramente una cuestión de opinión, entonces la sociedad estallaría en una batalla de "el poder da la razón." En una cultura moralmente relativista la única razón universal de hacer (o no hacer) algo es evadir las consecuencias de nuestros compañeros.
Todas las leyes humanas involucran algunos principios que se hacen cumplir por amenazas o consecuencias. Los límites de velocidad se hacen cumplir en la mayoría de las carreteras, debido a una convicción moral de que arriesgar las vidas de otras personas es incorrecto. Lo mismo es cierto para los asesinatos, robos, perjurios, fraudes, etc. Sin embargo, cuando el relativismo moral se vuelve dominante, los principios morales legítimos no son ya las bases de esas leyes. Ya que todo es relativo, entonces estas leyes son sólo una cuestión de opinión, y la única razón universal para seguirlas es evadir las consecuencias. Esto exhorta poderosamente a las personas a buscar formas de "salirse con la suya"; después de todo, es sólo la opinión de uno en contra de alguien más.
Hasta en una sociedad que opera bajo las leyes, cortar la conexión entre esas leyes y un estándar objetivo invita al desastre. Como mucho, el relativismo moral hace a la sociedad inestable, ya que los conceptos del bien y del mal de pronto se convierten en una cuestión de cambiar la opinión popular. El peor resultado posible de tal condición es el dictador: un gobernante que abusa de un cambio temporal en la opinión popular para obtener el control, pero no reconoce ninguna autoridad superior a la suya, y ninguna ley más vinculante que la suya. Durante los juicios de Nuremberg, después de la Segunda Guerra Mundial, el problema lógico del relativismo se hizo aparente. Los defensores de los nazis continuamente pedían su exoneración, alegando que sólo estaban cumpliendo las leyes de su país. Finalmente, un juez preguntó frustrado: "pero, ¿no hay una ley superior a nuestra ley?" Un relativista moral estaría obligado a contestar "no."
Relativismo Moral - Una Conclusión
El relativismo en sí es autodestructivo. Lógicamente, debe existir algún estándar con el cual comparar dos afirmaciones morales diferentes para determinar cuál es la "correcta." Obviamente, los relativistas morales niegan la existencia de tal estándar, y por ello alegan que tales comparaciones son imposibles. Esto ocasiona el problema práctico más grande del relativismo, como se mencionó arriba: es difícil, si no imposible, condenar cualquier acción desde una posición de relativismo moral.
En el mejor de los casos, una vez que lo correcto y lo incorrecto son relegados a cuestiones de opinión, o son puramente subjetivos, en el mejor de los casos, cualquier conversación de moralidad se vuelve incoherente.
miércoles, 17 de octubre de 2018
Tan de moda hoy
EL AGNOSTICISMO
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1. ¿Qué es el agnosticismo? El
agnosticismo es una teoría filosófica que considera inaccesible al
conocimiento humano lo que no pueda captarse por los sentidos. Renuncia a
buscar la verdad fuera del campo de lo sensible. En especial, el agnosticismo
renuncia a buscar a Dios.
2. ¿Para los agnósticos, Dios existe?
El agnosticismo no se pronuncia respecto a la existencia de Dios. No dice que
exista, ni que no exista. Sin embargo, en la práctica los agnósticos viven
como si Dios no existiera.
3. ¿El agnosticismo es sólo una
teoría? Aparentemente el agnosticismo es sólo una teoría, pero en la
realidad tiene consecuencias prácticas importantes. En la práctica es un
ateísmo.
4. ¿El agnosticismo es científico?
Las ciencias positivas (ver positivismo) sólo admiten lo que se puede
captar por los sentidos. Bajo este aspecto, el agnosticismo tiene aires de
científico. Pero la realidad es más amplia que lo medible. Por ejemplo, usted
decidió leer este artículo, y ningún aparato científico es capaz de detectar
su pensamiento; sin embargo, su inteligencia y voluntad existen realmente,
aunque no se vean. Igualmente, el sentimiento de odio no es detectable por
aparatos, pero es tan real que causa guerras. Reducir lo razonable a lo
medible es una limitación de la razón.
5. ¿Se puede conocer la existencia de
Dios? Dios es un ser espiritual, y por tanto los agnósticos aciertan en
que no se le puede ver ni tocar. Sin embargo, la existencia de Dios se puede
conocer observando las obras divinas. Analizando la creación, se descubre al
Creador, del mismo modo que viendo las pirámides se habla del pueblo egipcio.
6. ¿Ejemplos?: ¿Quién ha
organizado el sol, la luna, la ley de la gravedad?, ¿Quién ha diseñado el
dedo con que usted hace clic en el ratón? Estas cosas tan bien pensadas es
imposible -verdaderamente imposible- que surjan por casualidad. Si se
encuentra un bolígrafo en un planeta, nadie piensa que ha salido sólo;
inmediatamente será noticia la existencia de seres racionales en ese planeta.
Si se ve un ser humano, es razonable aceptar la existencia de su Creador. No
somos dioses sino criaturas. (Ver evolucionismo).
7. ¿Podemos conocer a Dios? Los
agnósticos aciertan en que el entendimiento humano es limitado y nunca
podremos conocer por completo a Dios. (Ni a las mujeres, dirá un amigo; ni a
los hombres, responderá otro). Sin embargo, sí es posible saber algo respecto
a Dios, de varios modos:
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(www.ideasrapidas.org)
domingo, 14 de octubre de 2018
sábado, 13 de octubre de 2018
Otra reflexión sobre la felicidad
Disiento de Marco Aurelio pero la felicidad es algo más; lo que él dice yo lo pondría como ingrediente de la felicidad, saber disfrutar de lo que se tiene. Tener una visión positiva de uno mismo y de los demás. Desde luego la dependencia ansiosa es un obstáculo para la felicidad y quiero llamar la atención que en nuestro s.XXI y en nuestra sociedad actual esa actitud está a la orden del día. Quizás por eso hay tanta gente infeliz.
Recapacitemos, aprendamos y rectifiquemos, es mi deseo para todos.
Recapacitemos, aprendamos y rectifiquemos, es mi deseo para todos.
jueves, 11 de octubre de 2018
Reflexiones sobre la felicidad
Está claro no?, pues tengo para mi que no nos acabamos de convencer y con mucha frecuencia la ponemos en cosas que hoy son pero que mañana han pasado, viajes, éxitos profesionales, amoríos... y un largo etcétera. Ya lo dijo San Juan Pablo II, el hombre es importante no por lo que tiene, sino por lo que es.
Invito a los lectores a descubrir lo que cada uno es.
martes, 9 de octubre de 2018
El saber no ocupa lugar
EL LAICISMO
|
·
A. ¿Qué es el
laicismo?
·
B. El laicismo y la
religión.
A. ¿QUÉ ES EL LAICISMO?
1. ¿Qué es el laicismo? El
laicismo es una teoría religioso-política que persigue eliminar a Dios de la
sociedad, estableciendo un sistema ético ajeno a Dios. En su aspecto
religioso es un ateísmo práctico que se impone a la sociedad con medidas
políticas.
2. ¿Ateos o indiferentes? El
laicismo adopta la postura de una indiferencia teórica. Pero en la práctica
exige actuar como si Dios no existiera. También puede decirse que el laicismo
es un ateísmo social porque pretende organizar una sociedad sin Dios (ateo
significa sin Dios).
3. ¿En qué se basa el laicismo?
Para instaurar sus planteamientos, el laicismo se basa en dos ideas correctas
pero mal entendidas: la separación Iglesia-Estado y la libertad religiosa.
4. ¿Es buena la libertad religiosa?
Sí; cada uno debe tener libertad para ejercitar la
religión que desee, dentro de los límites del bien común. No se debe imponer
una religión (ni un ateísmo).
5. ¿Es bueno separar religión y
política? Depende cómo se interprete esto. Sobre todo depende qué se
entienda por religión.
6. ¿Y la laicidad del Estado?
(Preguntan desde Chile). La laicidad del Estado es distinta del laicismo. La
laicidad propone que el Estado no debe estar ligado a una religión particular
sino que debe respetar la libertad religiosa. Sostiene que debe haber una
separación adecuada entre Iglesia y Estado y no perjudicar a los ciudadanos
por motivos religiosos. Es correcto.
En cambio en el laicismo, el Estado impulsa el ateísmo optando por la religión atea.
B. EL LAICISMO Y LA RELIGIÓN
1. ¿Qué defiende el laicismo ante la
religión? El laicismo desea instaurar varios planteamientos:
2. ¿Ejemplos de actitudes laicistas?
3. ¿Hay un marco de gobierno común?
El laicismo intenta que la base ética del Estado sea el ateísmo, pero esto es una
postura que tampoco debe ser obligatoria. Entonces, ¿qué es lo común a todos
los hombres? Precisamente el hecho de ser hombres. Por esto, las reglas
éticas del Estado deberán basarse en lo propio de la naturaleza humana, en la
llamada ley natural. (El ateísmo es
la menos natural de las posturas religiosas). Con otras palabras: la base
está en la dignidad de la persona
humana.
4. ¿Se conocen las normas de la ley
natural? El documento más conocido que contiene un resumen de la ley
natural son los diez mandamientos. En su origen son formulaciones
judeo-cristianas, pero ya se han convertido en patrimonio de la humanidad.
5. ¿Hay mandamientos laicistas?
El laicismo no tiene reglas morales ni mandamientos, salvo apartar a Dios sobre
todas las cosas.
- Al quitar a Dios es difícil mantener unas reglas de conducta. Puedes matar y robar mientras no te pillen. Usa del sexo como te dé la gana. Miente lo que te convenga. Por esto, en las sociedades donde el laicismo se extiende, aumentan la delincuencia y la corrupción.
6. ¿No hay ateos buenos? Hablamos
del laicismo en general. En cambio, hay casos particulares de personas ateas
que se comportan bastante bien -excepto con Dios, lógicamente-.
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viernes, 5 de octubre de 2018
jueves, 4 de octubre de 2018
miércoles, 3 de octubre de 2018
lunes, 1 de octubre de 2018
El saber no ocupa lugar
EL FIN DEL MUNDO
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1. ¿Cuándo será el fin del mundo?
No se sabe con certeza. Sólo se conocen algunas señales no muy claras que
anticipan el final:
2. ¿Qué sucederá al fin del mundo?
Se conocen varias cosas que sucederán:
3. ¿Cómo se sabe que sucederán estas
cosas? Sólo Dios conoce cuando y cómo sucederá el fin
del mundo. Nosotros sabemos lo que el Señor manifestó a sus Apóstoles y
figura en la Biblia.
4. ¿Qué dice la Biblia? Hay
varios textos que hablan del fin del mundo. Veamos unos ejemplos del
evangelio de San Mateo (en San Marcos y San Lucas hay textos parecidos):
- No se sabe cuando sucederá y llegará de improviso (Mt 24, 36-41). - "Se predicará este Evangelio del Reino en todo el mundo" (Mt 24, 14). - Tribulaciones para la Iglesia (Mt 24, 3-26). - Caos en la naturaleza (Mt 24, 29). - Resurrección de los cuerpos (Mt 22, 31; 1Cor 15, 35-54). - Vendrá Jesucristo glorioso y nos juzgará (Mt 25, 31-46).
5. ¿Y la conversión de los judíos?
En Rom 11, 26-27 se habla de que llegará un momento futuro
en que "todo Israel se salve", pero esta afirmación no va unida al
fin del mundo. La conversión tendrá lugar, pero el fin de mundo puede ser muy
posterior.
(De www.ideasrapidas.org)
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viernes, 28 de septiembre de 2018
Otra historia interesante para el fin de semana
De «punki» y drogadicto que casi muere
apaleado a padre de 9 hijos: un fin de semana cambió su vida.
Ricardo
Pareja Meseguer es ahora marido, padre de nueve hijos y evangelizador
digital. Su vida, como reconoce este catalán de casi 50 años, es un milagro.
Sigue vivo por la gracia de Dios, pues antes de conocer la Iglesia era punk,
con su estrafalaria estética y su cresta, estaba metido en el mundo de la droga
y borracho todo el día en la calle. El empeño de su tía, que rezaba por él en
todo momento, y una paliza que le propinaron unos neonazis en la que perdió la
visión en un ojo, fueron el desencadenante que acabaron llevándole a Dios.
Unas
catequesis del Camino Neocatecumenal lograron que
de un día para otro dejara la vida punk, todos los vicios y
arreglara las cosas con su familia. Ya estando en esta realidad eclesial
conoció a la que hoy es su mujer, ella también entró en la Iglesia, y juntos
crearon esta familia numerosa.
Vida punk, drogas y alcohol
“Yo era uno de esos ‘punkies’ de mediados de los 80 que
estaba metido en la droga, siempre borracho, iba con una cresta de gallo y
encadenado con cadenas gruesas, no me lavaba, andaba con unos colegas donde el
amor libre y la homosexualidad eran el ambiente dominante. Realmente estaba
hecho un asco y nadie daba un céntimo por mi vida”, explica Ricardo.
Todo
estalló cuando estudió en una academia de peluquería. Era una persona muy
tímida y pasó una mala experiencia. “En esa situación –cuenta este barcelonés-
conocí una chica punk y me fascinó ese mundo. Entrar en él era como salir de
golpe de la timidez y echarle cara a todo y como no, para esta hazaña
necesitaba la ayuda del alcohol y de las drogas”.
La
paliza con la que casi le matan
Su
vida se convirtió en una espiral de vicios y malas compañías. Su familia temía
que cualquier día llegara una llamada diciéndoles que su hijo estaba muerto. Y
esto estuvo a punto de suceder. “Cuando peor estaba, el Señor, que ya
había intentado atraerme con lazos de amor sin éxito, me hizo vivir una
experiencia que cambió mi vida para siempre… Un día me
cogieron un grupo de neonazis, me golpearon con barras de hierro en la cabeza
hasta que todo yo era brechas de sangre. Me dejaron medio muerto en mitad
de la vía pública mientras la gente deambulaba sin hacer ni decir nada”,
recuerda.
Finalmente,
una ambulancia le trasladó al hospital. Allí estuvo dos
semanas ingresado y le dijeron que nunca más vería con uno de sus ojos.
La convivencia que cambió su vida
Poco
antes de que le dieran el alta, su tía que siempre había rezado por él
y le hablaba de Dios apareció con un matrimonio. Le invitaron a una
convivencia. Y sin nada que perder acabó yendo.
En aquella
convivencia quedó fascinado con las catequesis. En una entrevista en Misioneros Digitales
explica que “muchas cosas me impactaron. Por ejemplo, descubrir que en las
Escrituras estaba mi vida, que no eran solo historias que pasaron, sino que era
totalmente actual para mí. Que Dios me amaba tal como yo era a
pesar de que era despreciable, que me quería tanto que había muerto y
resucitado por mis pecados. Que me esperaba una vida plena de la mano de
Cristo, que yo me había pasado la vida buscando el sentido y el sentido era
amar y esto no lo podía realizar yo, que es un don de Dios”.
Tras
esta convivencia regresó a Barcelona y entró en una comunidad neocatecumenal de
la parroquia de San Luis Gonzaga. Su vida dio un vuelco total, y entonces
conoció a Merche, que no era creyente, y que acabó siendo su esposa y madre de
sus nueve hijos. “El Señor nos permitió un noviazgo
santo, ¡qué regalo! Era como un tesoro preciado para mí. El Señor me colmaba
con creces… ¿merecía yo ese derroche de gracias? Sentía, sin duda, que no
me lo merecía pero el Señor es infinitamente bondadoso. Tiempo después Merche
entró a la Iglesia y nos casamos”.
La
conversión es diaria
Ricardo
recuerda el cambio radical de su vida, pero también las luchas enormes a lo
largo de los años. “Después de mi conversión, de casarme con Merche, aunque ya
nunca consumí drogas, sí bebía con asiduidad y eso me volvió a traer
problemas”, confiesa. Ya han pasado 10 años sin abusar del alcohol. Pero
también “he tenido mis crisis de fe, porque la conversión es
diaria, aunque en esto, mi esposa ha sido un instrumento de Dios y una ayuda
perfecta”.
Su vida tenía
ya un orden. La relación con sus padres experimentó un cambio total. “Estaba
recobrando la alegría perdida entre las falsas carcajadas de cuando estás
colocado. Ya no necesitaba aparentar ni llamar la atención con una
indumentaria. Podía estar limpio y perfumado, era un joven contento con su
vida porque hasta lo más oscuro de mi vida pertenecía a mi historia de
salvación”.
Sus hijos conocen su historia
Tampoco
ha ocultado nunca a sus hijos cuál ha sido su pasado. Ricardo afirma que “siempre les he hablado con franqueza de mi historia” porque
“la vida es un misterio de alegrías y sufrimientos, de vigor y enfermedad, de
luchas y noches oscuras. Pero todo es historia de salvación”.
“Mis
hijos –agrega este padre- me conocen, saben que muchas veces me equivoco, que a
veces soy duro, cabezón, gritón y muchas más cosas, y aunque siempre hay un
tiempo en la adolescencia en el que parece que yo soy como el enemigo, la
verdad es que es un tiempo que pasa y a la luz de la fe ellos también descubren
que lo que a su padre le pasa también en parte les pasa a ellos. Para nada somos perfectos, una familia tan numerosa la hace
grande el Señor, porque nos reconciliamos, rezamos los unos por los otros y eso
es lo más”.
El mundo necesita apóstoles
Ricado
Pareja es consciente de la necesidad de Dios que hay en el mundo y por ello
evangeliza también a través de Internet. A tiempo y a destiempo. En la
entrevista explica que “los divorcios superan en muchos países a las bodas, los
jóvenes han perdido el sentido del esfuerzo, la capacidad de sufrimiento, no
saben lo que es el amor. Todo es sexo y libertinaje. No podemos estar
impasibles a este terrorismo que nos sacude. Los ancianos nadie los quiere
porque ya no producen sólo son un gasto y cuidarlos nos destruye. Estamos
construyendo una sociedad individualista donde todo se realiza a través de una
pantalla, sin el trato humano, sin que se puedan conocer personalmente al otro
y amarlo. Donde sólo hay un dios que es el dinero. En nuestra mano está decir
la verdad, y la verdad es que el que tiene el Espíritu de Jesucristo tiene un
corazón dispuesto a amar. Esto es lo que esta sociedad necesita,
porque si tú has experimentado que Cristo te ama, tú ya no abortas, ni metes a
tus padres en el asilo, ni dejas a tu mujer por otra más joven. El problema
está en el corazón y Dios es un renovador de corazones. Por eso, que
mejor aprovechar estos medios que llegan a tanta gente”.
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