La voz de renombrados
exorcistas
El P. Gabriele Amorth,
exorcista principal de la Diócesis de Roma, al referirse a la celebración cada
vez más generalizada de Halloween, afirma lo siguiente:
“Festejar la fiesta de
Halloween es alabar al diablo, el cual, aunque es adorado en una
noche, desde entonces se toma sus derechos sobre las personas. No nos
maravillemos si el mundo parece estar cada vez más patas para arriba, y si los
consultorios de psicólogos y psiquiatras pululan con niños que no pueden
dormir, o son insoportables, agitados; o abundan los jóvenes obsesionados por
el suicidio. Esos macabros disfraces, esas invocaciones aparentemente
infantiles, no son otra cosa que una forma de culto a Satanás, príncipe de este
mundo”.
Y continúa el P
Amorth: “La fiesta de Halloween es una especie de reunión espiritista
presentada bajo la forma de juego divertido. Y en esto hay una gran astucia del
demonio. Porque todo se presenta bajo una forma lúdica e inocente. De la misma
manera como es presentado el pecado en el mundo de hoy”. Y recuerda que,
al contrario, en varias ciudades de Italia, se celebra la “fiesta de la luz”,
una verdadera y oportuna contraofensiva a estos festejos de las
tinieblas, con cantos al Señor y juegos inocentes para los niños.
El P. José Antonio Fortea,
famoso exorcista de Madrid, relata algunos casos concretos de posesión e
influencia diabólica. Cuenta el caso de un niño que, desde que se hubo
disfrazado en la noche de Halloween y festejado dicha fiesta, terminó por ser
poseído por el demonio. El relato es muy iluminador respecto a la celebración
de Halloween, porque:
a) Ni el niño ni sus
padres tenían una intención directa de hacer esoterismo o brujería: eran
ignorantes del tema, simplemente compraron el disfraz para que el chico se
divirtiera como los demás chicos del colegio.
b) El demonio vino al
niño, dado que él usó determinados signos (disfraz de calavera, bocha
ensangrentada, machete), que lo vinculaban al demonio.
c) Los signos que se
refieren a Satanás son vinculantes con él: no es lo mismo vestirse de flor, de
osito, o de angelito, que vestirse de demonio, de calavera, de muerte, etc.
Éstos últimos son “vinculantes” con el demonio y son una puerta abierta a la
acción del Maligno en los incautos que los usan.
d) No debemos olvidar que
en la noche del 31 de octubre, en las celebraciones de las misas negras y demás
ritos satánicos, se consagra a Satanás a todos los niños del mundo y
se le hacen especiales oraciones y sacrificios para que sea su dueño, su dios,
su rey. Estas invocaciones dan poder a los espíritus del mal para hacer daño a
los desprevenidos que los llaman.
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