La oración más auténtica no es pedir a Dios, sino
dejar a Dios que pida.
Ante Dios solo tenemos lo que damos.
La mejor demostración de la existencia de Dios son los
que, por amor de Dios, se dejan la vida por los demás.
Terrible cosa es acostumbrarse a Dios por oficio.
La ventaja de creer en Dios es que uno está dispensado
de creer en sí mismo.
El futuro es siempre una incógnita y si no hay Dios,
una incógnita terrible para un mortal.
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