Humildad:
“Humildad es andar en verdad.”
Para
vivir en humildad es necesario primero llegar a un conocimiento
profundo de uno mismo de cara a la Verdad y reconociéndonos
criaturas de Dios. Santa Teresa decía: “Esta es la verdadera
verdad: conocer cada uno lo que puede y lo que Dios puede en él”
(Rel.28) Solo conociendo nuestras capacidades y limitaciones podemos
vernos como realmente somos y, partiendo de esa realidad, entrar en
una plena comunión con Dios y con los otros. Para Santa Teresa, la
humildad es una virtud activa que no se reduce al apocamiento del
espíritu al reconocer las propias limitaciones, sino que, partiendo
de este conocimiento, no duda el alma en lanzarse a los brazos de
aquél que es todo amor y misericordia. La humildad nos ayuda a
vernos como realmente somos, sin caer en la soberbia ni la baja
autoestima, haciendo más fácil y agradable la relación con los
demás.
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