“Una gravísima enfermedad social.
Pacto de Estado ante la violencia
machista, reforma educativa, vigilancia policial extrema… Un cúmulo de medidas
que hasta ahora han fracasado en la lucha contra este tipo de violencia… El
fracaso de toda una sociedad”.
Hasta aquí
la noticia recogida por la prensa; me pregunto si no será que vamos por la
dirección equivocada. La reforma educativa si es buena –que dudo mucho que lo
sea- daría sus frutos en años futuros, pero desde luego ni los pactos ni la
vigilancia sirven para mucho.
¿Qué sirve
entonces?, nos podemos preguntar y yo sugeriría: una verdadera educación en virtudes,
valores se le llama ahora. Y esa educación no sólo para los niños. Todos los
medios de comunicación tendrían que empeñarse en transmitir esos valores, pero ¿Qué
se transmite realmente?, se enciende la TV y violencia, se va al cine y sexo y
violencia; vas por la calle y notas los ánimos crispados, por menos de nada
surgen las discusiones muchas de ellas con violencia. Una vez más acudo a los
filósofos.
“No hay espíritu por necio y grosero que sea, incapaz de
adquirir las más altas virtudes si se le conduce como es menester”. Descartes
“La virtud de un hombre no debe medirse por sus esfuerzos, sino
por sus obras cotidianas”. Pascal
“No podemos ver la virtud sin amarla, ni amarla sin ser felices”.
Fenelón
No hay comentarios:
Publicar un comentario