Cuento Oriental Judío
Cuando Noé estaba plantando una viña, se
apareció Satán y pidió permiso para ayudarlo.
Satán trajo primero un cordero, lo mató y
vertió su sangre sobre los surcos. Después empapó la tierra con sangre de
león. A continuación atrapó un mono y usó su sangre del mismo modo.
Y finalmente le tocó el turno a un cerdo.
Entonces Satán le explicó a Noé
sus intenciones:
Cuando el hombre tome la primera copa de vino
se volverá dulce y alegre como el cordero.
Con la segunda copa, será
valiente y peleador como el león, jactándose de su poder.
Después de la
tercera copa, se pondrá en ridículo como un mono.
Pero si toma cuatro o
más copas se convertirá en un cerdo repugnante, sucio y bestial, capaz de
revolcarse en el barro.
Muy bueno, todo en su justa medida
ResponderEliminarGracias por el comentario
ResponderEliminar