No
se madura sin sufrir. La madurez llega cuando has perdido tantas batallas como
las que has ganado.
Ya
dijo Polifemo que crecer no es lo mismo que mejorar.
La
primera madurez se logra cuando controlas la conducta; la segunda, cuando controlas
la lengua; la tercera, cuando controlas el miedo a morirte.
Para
entender a un niño hay que recordar la infancia; para entender a un viejo hay
que olvidar la juventud.
Como
Jonathan Swift, al llegar a viejo, hay que hacer el propósito de no contar
siempre lo mismo, de no lamentarse por la salud y de no criticar a los que
vienen detrás.
Para
no repetirse hay que esforzarse en aprender. Y esto, siendo viejo, es heroico.Del libro Aforismos. Juan Luis Lorda. Edit. Rialp
Estupenda selección de textos. Que buena pinta tiene ese libro!
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