Sobre la puerta del templo de
Apolo se puede leer una inscripción que es el resumen de la sabiduría clásica: “Conócete
a ti mismo”…
La sabiduría de la vida había
enseñado a aquellos griegos qué gran don es conocerse tal y como uno es… Se ha
dicho que el mayor negocio del mundo es comprar a un hombre por lo que vale y
venderlo por lo que el cree que vale: los beneficios serían enormes, porque la
vanidad tiende siempre a ponernos por encima de nuestra realidad; de ahí vienen
los agravios, rencores, tristezas, iras, venganzas, insolencias, disputas…; en
una palabra, casi todos los motivos que quiebran la paz de las familias. Casi todos
los litigios tienen que ver con que hay hombres que se han sentido peor
tratados de lo que creían merecer.
Mientras esa ceguera respecto a
lo propio es un perenne motivo de discordia, el propio conocimiento es el mejor
camino para comprender a los demás.
Las personas aprendemos a valorar
las reacciones humanas, a investigar sus causas, a intuir los sentimientos a
partir de nuestra propia experiencia interior. Quien ha experimentado el dolor,
entiende al que se duele, quien se ha sentido abandonado, comprende la soledad,
etc…
Hay que conocerse y, además, hay
que conocerse como lo que somos: como hombres que cometemos errores… no es malo
advertir las realidades buenas que hay en nuestra vida, pero no pueden
llevarnos a la vanidad porque son prestadas… Dios nos creó y participamos en
cierto modo de los dones de Dios, pero sería absurdo presumir de lo que no es
nuestro.
Para conocernos a nosotros mismos
hay un camino, la sinceridad con nosotros mismos y estar dispuestos a admitir
los propios fallos que todos tenemos y pedir perdón si es el caso; el
empecinamiento es similar al callejón por donde tienen que discurrir los toros,
acaba en la plaza y allí morirá; plaza más o menos grande, de mayor o menor
categoría, pero en ella el toro no tiene futuro. Igual pasa a la persona que se
empeña en pensar que sólo ella tiene razón, al final la soledad de la muerte.
EL CONOCIMIENTO PROPIO, UNA GRAN SABIDURIA. ME HA ENCANTADO LA COMPARACION QUE HACES DEL EMPECINAMIENTO CON EL CALLEJÒN POR DONDE SALE EL TORO..
ResponderEliminarAsi es ¡Con lo bién que decimos conocer a los demás,y,que poco nos conocemos a nosotros mismos! como dice ANONIMO,ES UNA GRAN SABIDURIA.¡Tenemos tarea!!!! La humildad y la sinceridad son la receta¡.A por ello...! Mil gracias ,bonica
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