La disciplina y el esfuerzo no
están de moda.
Y no hay educación sin la
exaltación del esfuerzo.
Debemos presentar el esfuerzo
como algo positivo:
Lo natural es esforzarse
-La vida es lucha. La lucha es la
condición esencial del éxito.
-la mayor de las satisfacciones
es el descanso merecido.
Y así educamos el carácter y
formamos la voluntad.
•
Para pensar: -¿Nuestro hogar es un hogar de
“quejicas”?. En la última semana ¿cuántas veces se ha oído “que calor/frío
tengo”, “que cansado estoy”, etc?.
•
- ¿Tenemos tendencia a proteger excesivamente a
los hijos? ¿Sustituimos a nuestros hijos en las tareas que deben realizar?
(Encargos en casa, arreglos, etc.)
•
¿Cuántas salidas de excursión hemos realizado en
el último mes?. Organizar marchas en las que se suben y bajan cuestas, se pasa
frío o calor, se pasa sed, etc.. son una forma estupenda de vivir la fortaleza.
•
Cuando nuestros hijos deciden algo y luego se
“echan atrás” sin motivo ¿les ayudo para que realicen lo que se habían
propuesto, ó , pienso que no tiene importancia?
•
¿Quiero ayudar a mis hijos a ser “fuertes”
mientras yo soy una persona sin ambiciones de superación y mejora personal?
•
En los fines de semana, vacaciones etc.. ¿existe
un horario de levantarse de la cama, de estudio, etc..ó las cosas salen como
salen?. Los niños no deciden la hora de
acostarse y levantarse.
•
La fortaleza en la laboriosidad la viven los
niños en el estudio. Se trata de cumplir con diligencia los deberes propios y
ayudar a los demás en lo mismo. En resumidas cuentas, querer hacer las cosas
bien y esforzarse en ello.
•
- ¿Que me preocupa más, las notas o que mis
hijos se esfuercen y den lo máximo de sí mismos? ¿Les animo cuando veo que
luchan y no llegan?
•
¿Tienen mis hijos un horario diario de estudio y
lo cumplen? ¿Que lugar ocupa la televisión en casa? ¿Que razones les doy para
que hagan suyas estas ideas y no las vean como una imposición?
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- ¿Cuanto hace que no hablo con mis hijos de lo
que es algo bien hecho, y de la satisfacción que produce el hacer las cosas bien
esforzándose? ¿Me intereso en que acaben bien sus trabajos escolares, con buena
presentación?
•
- ¿Me preocupo de que en casa haya una ambiente
que favorezca el estudio? Silencio, libros (que aprendan a cuidarlos), etc..
•
- ¿Me doy cuenta que los fines de semana y
vacaciones también son tiempo de laboriosidad? En este sentido ¿tienen un
horario adaptado a las circunstancias ó se hacen las cosas según van surgiendo?
•
Por medio de la sobriedad, nos esforzamos por
utilizar de manera moderada los cinco sentidos. Está muy relacionada con la
fortaleza, ya que “negarle al cuerpo” lo que pide supone un ejercicio de
dominio.
•
En el caso de que demos paga a nuestros hijos,
¿que han hecho con la paga de la semana pasada? ¿En que la han gastado? Ha sido
en cosas necesarias o en caprichos comprados por impulsos?. ¿Con que frecuencia
realizan obras de caridad? Parte de la paga, ¿la dedican para ayudar a los más
necesitados?
•
¿Aprovechamos las cosas hasta el final, o las
tiramos mientras aún sirven?. Convendrá descender a lo concreto, y ver qué
cosas hemos tirado en los últimos meses y en qué estado se encontraban, ver si
las hemos tirado porque ya no servían o por consumismo, ¿hacía falta de verdad
cambiarlas? (convendrá ser honrado con uno mismo, pues es fácil engañarse)
•
- ¿Son nuestros hijos esclavos de las marcas y
los anuncios? ¿Y nosotros?.
•
La nevera es un buen termómetro. Abramos la
nevera y veamos que cosas de las que hay son necesarias y cuales son
superfluas. ¿Es nuestro casa un hogar donde nunca falta de nada, refrescos en
la nevera, patatas fritas, dulces, aperitivos, etc.?
•
Muchas familias realizan las compras en
supermercados. Esto brinda la oportunidad de hacer una lista y ceñirse a ella.
¿La última compra se ajustó más o menos a la previsión ó fue fruto del reclamo
de las estanterías?.
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