LA LEALTAD
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A. ¿Qué es la lealtad
o fidelidad?
·
B. Lealtad con los
demás.
·
C. Lealtad con uno
mismo.
·
D. Lealtad con Dios.
A. ¿QUÉ ES LA LEALTAD O FIDELIDAD?
1. ¿Qué es la lealtad? La lealtad
o fidelidad es el hábito de cumplir los compromisos adquiridos. Es una virtud
deseable, porque la condición de traidor o desleal nadie la quiere.
2. ¿Lealtad y responsabilidad
se parecen? En ambos casos se cumplen los
compromisos adquiridos, pero hay una diferencia: la persona leal lleva a cabo
lo pactado porque desea cumplir la palabra dada. En cambio, la persona
responsable realiza sus deberes porque son deberes, porque asume sus
obligaciones. Ambas cualidades se apoyan entre sí.
3. ¿Lealtad y justicia se parecen?
La lealtad forma parte de la justicia, en el sentido de que cumplir los
compromisos adquiridos es un deber contraído con alguien.
4. ¿Lealtad y constancia se parecen?
Más bien se refuerzan una y otra. La constancia ayuda a cumplir la palabra dada cuando
su realización lleva tiempo. La lealtad ayuda a ser constantes en el
esfuerzo, por lealtad a lo prometido.
5. ¿Cómo ejercitar la lealtad?
Hay varios campos donde practicar la lealtad, que saldrán en los siguientes
apartados. Veamos ahora algunos ejemplos:
6. ¿Hay tipos de lealtad? La
fidelidad admite varios matices según se trate de lealtad con Dios, con los
demás o con uno mismo. Y en cada uno de estos casos hay aspectos interesantes
según el compromiso sea expreso o sobreentendido. No es un tema complicado,
pero veamos despacio estas situaciones.
B. LEALTAD CON LOS DEMÁS
- a) Lealtad explícita.
1. ¿Qué es la lealtad explícita con
los demás? Es la lealtad más visible. Se trata de cumplir los compromisos
expresamente adquiridos con los demás. Y equivale a cumplir la palabra dada,
sea por escrito o verbalmente. Se aplica en cosas pequeñas como presentarse a
la hora convenida, y en asuntos de mayor gravedad como cumplir un contrato
profesional, o ser fiel en el matrimonio.
2. ¿Lealtad matrimonial? Consiste
en cumplir los compromisos adquiridos en el matrimonio. Por ejemplo, serían
contrarios a esta lealtad el trato frívolo con otra pareja, y el
desentenderse del cónyuge o de los hijos. También sería opuesto a la lealtad
matrimonial las continuas recriminaciones o broncas. Mientras que la lealtad
se fortalece con los comportamientos que mejoran la concordia familiar.
- b) Lealtad sobreentendida o implícita.
3. ¿Qué es la lealtad implícita con
los demás? En este caso, la lealtad con los demás se ejercita cumpliendo
los compromisos que por sí mismos van unidos a una situación o a un hecho,
aunque no se haya dicho previamente nada. Por ejemplo, la amistad incluye el
deseo de buscar el bien del amigo aunque no se diga expresamente. Por esto,
duelen más los daños causados por un amigo, pues al sufrimiento normal se
añade la deslealtad.
4. ¿Más ejemplos? Hay muchas
lealtades sobreentendidas. Por ejemplo:
C. LEALTAD CON UNO MISMO
- a) Lealtad explícita.
1. ¿Qué es la lealtad explícita con
uno mismo? Es la lealtad a las propias convicciones, una fidelidad más
interior que suele llamarse coherencia, y equivale a cumplir la palabra dada
a uno mismo, sosteniendo con firmeza los propios ideales. Aceptar
incomprensiones, persecuciones, antes de permitir rupturas entre lo que se
vive y lo que se cree: esta es la coherencia. Aquí se encuentra quizá el
núcleo más íntimo de la fidelidad.
2. ¿Un ejemplo fácil? Si uno es
hincha intenso de un equipo, sería incoherente si se comprara una bufanda del
equipo rival.
3. ¿Un ejemplo más serio? En
asuntos de fe, falta coherencia cuando no se vive conforme a lo que se cree,
y también es incoherente la actitud de quien en ocasiones se comporta como
católico, y otras veces olvida su condición. La lealtad consigo mismo invita
a mantener los buenos ideales en toda circunstancia y en todo ambiente,
siendo cristianos de tiempo entero, que procuran vivir siempre conforme a las
exigencias de su fe, incluso en los negocios, o en verano, etc.
4. ¿Y si faltara coherencia en la fe?
La falta de practicar la fe y las actitudes intermitentes pueden acabar en
derrumbamientos, si el ambiente se torna adverso.
- b) Lealtad sobreentendida o implícita.
5. ¿Qué es la lealtad implícita con
uno mismo? A veces los propios ideales son conocidos con claridad, y éste es
el sentido habitual de la coherencia. Pero también hay una coherencia
sobreentendida respecto a uno mismo cuando los propios principios se suponen.
Por ejemplo, quien se droga se causa un daño y no es coherente con la idea
básica de evitarse males a sí mismo.
D. LEALTAD CON DIOS
- a) Lealtad explícita.
1. ¿Qué es la lealtad explícita con
Dios? Se trata aquí de cumplir la palabra dada a Dios. En cosas pequeñas
como llevar a cabo un propósito sencillo. O en temas de mayor importancia
como la fe o la vocación.
En este último caso, uno se ha comprometido a dedicar su vida al servicio
divino y es leal cuando mantiene su palabra.
- b) Lealtad sobreentendida o implícita.
2. ¿Qué es la lealtad implícita con
Dios? Esta lealtad con Dios abarca los deberes que tenemos con Él por el
hecho de ser hombres o cristianos, aunque no haya habido un compromiso verbal
previo. Por ejemplo, hemos de cumplir los mandamientos, recibir los sacramentos, hacer apostolado, etc. Nuestro Señor
nos ha otorgado la dignidad
humana y cristiana, que reclaman un comportamiento adecuado.
3. ¿Esto es un fastidio? Esto no
es un fastidio sino una consecuencia que acompaña a un gran don. Como quien
recibe en herencia grandes riquezas adquiriendo la responsabilidad de
administrarlas bien. Por ejemplo, uno reconoce el gran don de la filiación
divina y afirma: quiero vivir como un hijo de Dios; quiero ser leal a mi
Padre.
4. ¿Y si hay varias lealtades que se
oponen? Suelen ser casos difíciles de resolver, donde habrá que dar
prioridad a la lealtad más importante.
5. ¿Por ejemplo? Si uno se
compromete a hacer algo malo, lo correcto es no hacerlo. En este caso están
en juego tres lealtades: la fidelidad a la palabra dada a alguien, la
coherencia implícita con uno mismo que incluye la regla de hacer el bien y
evitar el mal. Y finalmente la lealtad implícita con Dios que ordena cumplir
los mandamientos.
Está claro que la fidelidad con Dios está por encima de compromisos humanos, y
esa mala acción debe evitarse.
4. Una cita.- El 26.I.79, Juan
Pablo II dijo unas palabras sobre la lealtad que merece la pena recordar:
"Toda fidelidad debe pasar por la prueba más exigente: la de la duración
(...) Es fácil ser coherente por un día o algunos días. Difícil e importante
es ser coherente toda la vida. Es fácil ser coherente a la hora de la
exaltación, difícil serlo a la hora de la tribulación. Y sólo puede llamarse
fidelidad a una coherencia que dura a lo largo de toda la vida".
(www.ideasrapidas.org)
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sábado, 2 de febrero de 2019
El saber no ocupa lugar
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