EL DESTINO FUTURO
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1. ¿Podemos adivinar el futuro? Basados
en la experiencia podemos prever algo de lo que sucederá. La seguridad del
acierto depende de la mayor o menor ligadura entre las causas presentes y los
efectos futuros. Así se hacen las predicciones metereológicas: se estudia el
presente teniendo en cuenta el pasado, y se sacan conclusiones más o menos
certeras sobre el futuro.
2. ¿Se adivina el futuro mediante las
cartas-tarots, horóscopos-astrología, quiromancia, etc.? No, no.
Simplemente permiten que la imaginación humana se distraiga inventando
fábulas según las palabras, gestos o dibujos inventados por otros hombres que
tampoco conocen el futuro. (Y que ganan dinero por esta diversión que
proporcionan). Lo mismo sucede en el espiritismo con el peligro adicional de
que intervengan demonios.
3. ¿Cómo sabemos que esas personas no
adivinan el futuro? Si realmente conocieran el futuro, ganarían su dinero
jugando a la lotería, y no necesitarían cobrar.
4. ¿Los ángeles y santos pueden
adivinar el futuro? Sus predicciones pueden ser más certeras que las
nuestras debido a su mayor inteligencia
y mejores datos. Pero el futuro por completo sólo lo conoce Dios nuestro
Señor, que es eterno.
5. ¿Puede Dios comunicarnos el
futuro? La Biblia nos muestra abundantes profecías
donde Dios anuncia algún futuro. Esos vaticinios suelen ir unidos a una
invitación al esfuerzo y a la conversión. El Señor nos manifiesta lo que
necesitamos y cuando nos conviene.
6. ¿Algunos ejemplos de futuro que ya
conocemos? Sabemos que vamos a morir y nos presentaremos ante el juicio
de Dios. Sabemos que quienes obran mal serán castigados (infierno),
mientras que si obramos bien seremos premiados con el cielo
futuro, además de ser más felices en la tierra.
7. ¿Qué sucedería si conociéramos el
futuro por completo? Aparte de tranquilizar nuestra curiosidad, la
consecuencia principal sería dejar de esforzarse. ¿Para qué luchar si haga lo
que haga ya sé lo que va a pasarme? Por esto, Dios
nuestro Señor prefiere no anunciarnos todo el futuro.
8. Si Dios sabe lo que haremos,
¿somos libres? Dios conoce lo que libremente decidiremos realizar, pero
esta visión divina no disminuye nuestra libertad.
Por ejemplo, quien ve un partido en diferido conoce el resultado y lo que
harán los jugadores, pero son ellos quienes juegan. (En el caso de Dios, el
partido no se ha jugado, sino que se está jugando). Otro ejemplo, el Señor
conoce el resultado de la lotería, pero el sorteo es real y sin trampas. De
todos modos, este tema es algo complicado y mejor no darle muchas vueltas.
Basta con tomar decisiones que agraden a Dios, y así dirigimos nuestra vida
al mejor destino posible: el cielo.
9. ¿Hay algún modo humano de conocer
el futuro? Hay un modo curioso de conocer algo del futuro propio. Se
requiere poseer y ejercitar la virtud de la lealtad.
Esta virtud es el hábito de cumplir la palabra dada, los compromisos adquiridos.
En consecuencia, si una persona leal se compromete a algo, adivina parte de
su futuro pues sabe que cumplirá su palabra. Por ejemplo, quien se compromete
a cuidar un jardín de 5 a 7 durante un mes, conoce bastante bien dos horas
diarias de su futuro. Curioso.
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jueves, 28 de julio de 2016
El saber no ocupa lugar...
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