Cuando se
empieza con excusas los presentes tienen ganas de no estar.
Los
excesivos prólogos y los finales interminables son la mecha de la
desesperación.
La
hora de comer es el límite natural de cualquier discurso.
Si
no pueden volver con la sensación de haber aprendido algo, que al menos vuelvan
con la sensación de haberlo pasado bien.
Es
difícil saber si lo que se lee en la prensa está escrito con buena o mala
voluntad. Lo seguro es que está escrito con mucha prisa.
La
televisión nos hace ver el mundo a través de un objetivo que manejan otras
personas.
Acostumbrarse
a una sola fuente de noticias es entregar el alma al que las hace.
Aforismos. Juan Luis Lorda. Edit. Rialp
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