Opiniones personales. Opiniones ajenas. Mafalda. Otros

viernes, 23 de enero de 2015

Refexión

Me contaron una anécdota: La niña que habla con su madre y defiende la eutanasia, la mal llamada muerte digna, (dado que a mi juicio, la muerte más digna es la que decide Dios que es la plena Sabiduría), porque ella no quiere estar dependiendo de cables y aparatos; su madre con todo el sentido común del mundo no dice nada, se levanta y comienza a desenchufar todos los aparatos que en ese momento tiene su hija, móviles, ipad, ordenador, MP3, ipod, etc… De esta forma gráfica al 100% le hace ver cómo la niña está cayendo en su propia contradicción.

Acabo de venir de la calle y al pasar por delante de un colegio, los alumnos en el recreo no hablaban entre ellos, miraban el móvil, exactamente igual que en la viñeta que está en este blog hace unos días.

Y es que por desgracia presumimos de libertad y estamos atados a formas de comportarse, vestir y actuar absolutamente gregarias, ¿Dónde va Vicente?... donde va la gente, pero eso sí con el agravante de presumir de lo que no tenemos, personalidad y todavía menos libertad, con lo cual los errores de uno se extienden rápidamente porque no hay quien plante cara a la estupidez.

Ya sé que más de uno me dirá que esta reflexión es amarga y pesimista, en cuanto dices algo en contra de la corriente dominante ya se sabe a lo que te expones, pero tengo que decir que me sale por una friolera, pienso que hoy más que nunca hay que procurar ser fiel a las propias convicciones.


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