Cuando
uno tiene el deber de hacerlo, juzgarse a sí mismo honradamente es muy difícil.
Pero cuando uno no tiene el deber de hacerlo, juzgar honradamente a los demás
es imposible.
Mentir
es dejar que la boca escupa al alma.
Todos
saben que deben ser honestos, pero los cristianos además se lo creen.
Honrado
significa merecedor de honra, pero no hay que buscar otra aprobación que la de
la conciencia y, si se cree, la de Dios.
(Aforismos.
Juan Luis Lorda. Ed. Rialp)
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