El amor y la afición con facilidad
ciegan los ojos del entendimiento.
No seas, ni siempre riguroso, ni siempre blando.
El valor reside en el término medio entre la cobardía y la
temeridad.
¿Qué locura o qué desatino me lleva a contar las ajenas faltas,
teniendo tanto que decir de las mías?
Confía en el tiempo, que suele dar
dulces salidas a muchas amargas dificultades.
La alabanza propia envilece.
La verdad adelgaza y no quiebra, y
siempre anda sobre la mentira como el aceite sobre el agua.
No hay comentarios:
Publicar un comentario