El semáforo se puso amarillo justo
cuando él iba a pasar en su automóvil y, como era de esperar, hizo lo
correcto: se detuvo en la línea de paso para los peatones, a pesar de que
podría haber pasado la luz roja acelerando.
La mujer que estaba en el automóvil
detrás de él estaba furiosa. Le tocó la bocina por un largo rato e hizo
comentarios negativos en alta voz, ya que por culpa suya también ella tuvo que parar... y para colmo, se le cayó el celular y se le corrió
el maquillaje.
En medio de su pataleta, oyó que alguien
le tocaba el cristal del lado. Allí, parado junto a ella, había un policía
mirándola muy seriamente. El oficial le ordenó salir de su coche con
las manos arriba y la llevó a la comisaría donde la revisaron de arriba
abajo, le tomaron fotos, las huellas dactilares y la pusieron en una celda.
Después de un par de horas, un policía
se acercó a la celda y abrió la puerta. La señora fue escoltada hasta
el mostrador, donde el agente que la detuvo estaba esperando con sus efectos
personales:
"Señora, lamento mucho este
error", le explicó el policía. -
"Le ordené bajar del automóvil mientras usted se encontraba tocando
insistentemente la bocina, queriendo pasar por encima del auto delante suyo,
maldiciendo, gritando improperios y diciendo toda clase de palabras soeces.
Mientras la observaba, me percaté que:
·
De su
retrovisor cuelga un Rosario,
·
Su auto
tiene una calcomanía en el parachoques que dice: "Jesús te ama",
·
Su tablero
tiene una placa que dice "Amor y paz",
·
Tiene otra
calcomanía que dice: "Practica la meditación"
·
Y,
finalmente, tiene el emblema cristiano del pez.
Como es de esperar, supuse que el
auto era robado ... !!!"
Esta historia muestra la importancia de ser coherentes entre lo que creemos, lo que decimos y lo que hacemos .. |
Opiniones personales. Opiniones ajenas. Mafalda. Otros
domingo, 2 de marzo de 2014
Una buena lección de coherencia
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