María
Francisca Teresa Martín Guérin nace en Alençon, Normandía, al noroeste de Francia el 2 de enero de 1873.
Era la menor de sus hermanos. Sus padres, Luis Martín y María Celia Guérin
han sido declarados beatos por la Iglesia Católica. Y actualmente hay abierto
proceso de beatificación para su hermana Leonia, así como previsible para las
otras hermanas.
Sintió la
vocación religiosa desde muy pequeña, en la que ya venía pensando en ser
llamada "Teresa del Niño Jesús". Cuando contaba 14 años tomó ya la
resolución de convertirse en religiosa. Tuvo muchos inconvenientes para su
entrada al convento. Esto llevó a Don Luis Martín y a Teresa a conversar con el
Padre superior, quien también se negó, de ahí con el Sr. Obispo de su diócesis,
que tampoco aceptó y finalmente decidió ir en persona, tenía 15 años, a hablar
con el Sumo Pontífice a Roma, para aquel entonces León XIII, quien le recomendó obedecer.
Finalmente
le llegó el permiso solicitado al Papa y es en el día 9 de abril de 1888 que es
recibida por fin en el Monasterio del Carmelo de Lisieux.
En su vida
dio gran valor a la oración y a los
pequeños actos. Sufrió la prueba de la fe desde el 5 de abril de 1896,
hasta su muerte, tras unos meses de terribles padecimientos.
El centro de
su espiritualidad fue la misericordia y el amor
de Dios. Por encima de todo antepone siempre la
misericordia divina, ante la cual confía y nada hay que temer. Ante todo, Dios
es Padre; y Jesús es su Hijo misericordioso. En una carta
escrita el 17 de septiembre
de 1896 a su hermana escribe la frase que resume el
mensaje e ideario de Teresa, sus ideas y pensamientos más arraigados, el motor
de su existencia: "La confianza, y nada más que la confianza, es la que
debe conducirnos al amor de Dios".
No se
arredró ante el sufrimiento ni físico ni moral, que consideró era el tesoro más
valioso que podía ofrecer a Jesús y nos hace copartícipes de su gloriosa
Pasión.
Enferma de
tuberculosis pulmonar, su estado de salud empeoró gravemente durante el último
año. A lo largo de los dos últimos meses comenzó la etapa de grandes
sufrimientos, apenas podía respirar, pues sólo le quedaba medianamente servible
medio pulmón, y después de dos días de penosa agonía muere a las 19 horas 20
minutos, del 30 de septiembre de 1897.
En 1925
es canonizada. En 1997 el Papa Juan Pablo II la proclama Doctora de la Iglesia, siendo la
tercera mujer en recibir ese título y es conocida como "Doctora del
Amor". Anteriormente habían sido declaradas doctoras Santa Teresa de Jesús,
también carmelita, y Santa Catalina de
Siena. La Festividad de Santa Teresa de Lisieux es el 1 de octubre.
Pensamiento:
“Quisiera yo también encontrar un ascensor para
elevarme hasta Jesús, porque soy demasiado pequeña para subir la dura escalera
de la perfección".
"Yo nunca aconsejo nada a nadie sin haberme
encomendado a la Virgen Santísima. Ella es la que hace que las palabras que
digo tengan eficacia en los que las escuchan".
"La vida es un instante entre dos
eternidades."
"¡Qué grande es el poder de la oración!. Se diría
que es una reina que en todo momento tiene acceso directo al rey y puede
conseguir todo lo que le pide."
“Se sabe muy bien que la Santísima Virgen es la Reina
del Cielo y de la Tierra, pero es más Madre que Reina."
"Voy a pasar mi cielo haciendo el bien en la
tierra."
Me parece interesante esta breve biografia de una gran santa porque te hace conocer a grandes personajes de nuestra religión. Gracias
ResponderEliminarMe gusta tu entrada porque nos has acercada a una Santa que me ha conmovido con sus pensamientos.
ResponderEliminarUn abrazo!
http://quedateenminube.blogspot.com.es/
Gracias a los dos comentaristas, me animáis muchísimo. Un abrazo
ResponderEliminar