El gerente de una compañía que había sido diezmada por el
ataque de las Torres Gemelas
Un día se citó con los empleados que sobrevivieron, para compartir sus vivencias de ese día, en la oficina.
Un día se citó con los empleados que sobrevivieron, para compartir sus vivencias de ese día, en la oficina.
Con voz temblorosa, relató las historias de las personas que
se salvaron y de las que no corrieron la misma suerte.
Uno de los miembros de la compañía llegó tarde al trabajo
ese día, porque su hijo empezó la guardería. Otro compañero estaba vivo porque
le tocó, ir a comprar los donnuts ese día.
La historia que me impactó más, fue la del hombre que
estrenó un par de zapatos esa mañana ,ese día se le averió el coche, entonces
decidió ir andando al trabajo; pero antes de llegar, como se había hecho una
rozadura en el pié, se detuvo en una farmacia para comprar una tirita… Gracias
a eso sobrevivió.
Así que ahora, cuando estoy atrapado en un atasco, esperando al ascensor,
cuando tardo en contestar al teléfono que insiste o simplemente, cuando suceden
esas cosas insignificantes que me incomodan…
Pienso: estoy exactamente donde Dios quiere que esté en este preciso instante. Dios me bendice con todas esas pequeñas molestias.
Pienso: estoy exactamente donde Dios quiere que esté en este preciso instante. Dios me bendice con todas esas pequeñas molestias.
Para que luego digan que no existe la Providencia.
ResponderEliminarEstoy de acuerdo, si lo pensáramos viviríamos mas tranquilos.
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