Sobre el Relativismo
Ayer publiqué en el blog lo que
significa el Relativismo, un pie que aplasta a la persona. Hoy cuando pensaba
sobre este tema me ha venido a la memoria una película sueca de los años
sesenta pero que no hace mucho tiempo pusieron en TV, “El séptimo sello”, si
alguien la ha visto se acordará del argumento: un caballero en la Edad Media
juega con la muerte una partida de ajedrez; si logra ganar no morirá, pero
la realidad es que pierde la partida. Pensaba en ella porque opino que el
Relativismo nos ofrece aparentemente toda una filosofía liberadora; como todo
es relativo nada se me puede prohibir y por el contrario todo se me permite
porque todo es lícito, no hay valores ni autoridad absoluta.
El caballero en la película, jugó
la partida porque albergaba esperanzas de ganar, la realidad fue otra. Algo parecido
ocurre con el Relativismo, acabamos perdiendo la partida y su bota nos aplasta.
¿Se imaginan ustedes una
carretera sin señales de tráfico ni límite de velocidad, ni policía y bien asfaltada?,
sería la “locura” para los amantes de la velocidad, pero ¿qué pasaría si otro
conductor circulara por la misma carretera a toda velocidad pero en sentido
contrario?, ¿y si hubiera habido un corrimiento de tierras y se hubiera
originado un socavón del que nadie avisa?..., es muy fácil apuntarse al “todo
es relativo” pero ¿somos conscientes de la transcendencia negativa para la
persona que eso puede tener?.
No, todo no es relativo, hay
cosas que sí; a usted le puede gustar el color azul y a mí el verde, porque el
gusto por los colores no es importante siempre y no constituye un valor ni
absoluto ni transcendente; pero sí hay aspectos de la vida en los que
necesitamos puntos de referencia firmes, en los que nada da igual y que además
la frivolidad en ellos nos puede jugar malas pasadas. No es misión de este blog
impartir una clase de filosofía y por eso corto ya este artículo que espero nos
haga pensar un poco.
No hay comentarios:
Publicar un comentario