No me negarán que en los últimos años las personas que
se consideran a sí mismas como agnósticas han crecido como las setas después de
un buen chaparrón. Hables con quien hables, católicos bautizados de toda la
vida, de repente resultan que son agnósticos. La palabreja ha gustado y tiene
un éxito arrollador. Claro que, también se da el caso que esas mismas personas
en cuanto tienen un apuro recurren a Dios a la velocidad del rayo. Me estoy
acordando de un famoso político español, ya desaparecido, que en una sesión del
congreso de los diputados soltó la siguiente frasesita: “Yo, gracias a Dios, soy ateo”. Se conoce que el hombre estaba muy
convencido de sus “no-creencias”. En fin, bromas aparte, lo que pienso que está
claro es que se confunde con mucha facilidad agnosticismo con comodidad: “si yo
soy agnóstico ya no tengo que hacer una serie de prácticas religiosas que me
cuestan esfuerzo y por supuesto en el terreno del comportamiento todo me está
permitido”.
Seamos serios, casi todas las personas con quienes
hablo añoran una sociedad más justa, más segura, más leal, etc., y sin embargo
en la mayoría de los casos no somos conscientes o no queremos serlo, que esos
valores que añoramos son valores cristianos. La forma de vida que echamos de
menos es la que predicó Jesucristo y que recoge el Cristianismo que es la
religión fundada por Cristo (de ahí su nombre). Tratar de echar a Jesucristo de
nuestras vidas sólo nos lleva al desastre, a la infelicidad. (cfr. Frase de
J.P.II que recojo en este blog el pasado día 31).
En la medida que conozcamos nuestra religión y nos
esforcemos en vivirla, contribuimos a hacer un mundo mejor porque la religión
es fundamentalmente vida apoyada en la doctrina cristiana. Quizás un buen
propósito para este comienzo de año podría ser poner los medios para conocer
mejor el Cristianismo.
Pienso que quizás lleve razón en lo que dice. Todos tenemos la tentación de fabricarnos una religión a nuestro gusto, de ahí que digamos o lo escuchemos esa típica frase de yo creo en Dios pero no en los curas... Un saludo y Feliz Año
ResponderEliminarYo añadiría una cosa más, estoy de acuerdo con el artículo y con el comentario, pero quizás se podría añadir que en lo que hay que creer no es en los curas sino en las verdades de Fe que recoge el Credo, entre ellas "creo en la iglesia, una, santa, católica y apostólica" e iglesia somos todos los bautizados; tendríamos que tenerlo muy claro e intentar los que nos consideramos cristianos convencidos actuar como tales. Un saludo
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