España entera está contenta, nuestra selección de futbol ha
ganado la Eurocopa; estos días pasados hemos disfrutado viendo auténticos
partidazos, pero hay un hecho que me gustaría destacar: han jugado en equipo,
los goles han sido consecuencia de jugadas en las que no ha habido
personalismos estériles, los pases por ejemplo de Iniesta, de Torres, de
Albeloa, renunciando ellos a "marcarse el tanto" y asegurar la
efectividad de la jugada ha sido un ejemplo para todos en estos tiempos en que
para conseguir los propios fines no se tiene reparo en machacar no ya al
contrario, sino al que está junto a ti por razón de parentesco, de amistad, de
convivencia, etc. Por eso me ha gustado ver a esta selección vivir los valores
que todos añoramos pero sin embargo pocos se atreven a dar el primer paso.
El otro día me encontré a una amiga, profesora de
universidad, y en la conversación me dijo la frase que transcribo: "Somos
una sociedad con muchas alas, pero con muy pocas raíces", y me gustó
porque es muy real, aspiramos a grandes cosas, pero sin esfuerzo; queremos
ganar mucho dinero pero trabajando lo menos posible; pasarlo bien, llevar una
vida fácil y sin responsabilidades. Semejantes objetivos no son para ganar un
mundial ni una Eurocopa ni nada.
Tenemos que mirar a nuestros jugadores que tanto admiramos
ahora que han conseguido el triunfo, pero no podemos olvidar que antes del
triunfo ha habido mucho esfuerzo, muchas horas entrenando, mucho cansancio,
muchas renuncias, mucho empeño y un ideal: ganar, pero ganar sin avasallar al
contrario, con respeto y con mucha generosidad, la que hace falta para
renunciar a ir de “figuritas”, “marcando tantos” y obedecer al Mister. Sólo así
se consigue la victoria.
Vamos a mirar a nuestra Selección y vamos a aprender todos,
españoles o no, para poner empeño en tener raíces, fundamentos firmes. Empeñémonos
de verdad en hacer una sociedad mejor, es tarea de todos y cada uno.
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